domingo, 9 de marzo de 2008

Objetivos emparedados II

"Lo que pasa es que no sabemos lo que pasa" se decía el hombre reflexivo todas las mañana...Retorcía cada palabra, cada pensamiento; desgranaba cada mensaje político mientras buscaba alternativas en su baul ideológico...Ante la lluvia de promesas, los enfrentamientos gratuitos y la espectacularización de la política el hombre reflexivo decidió crear su propio espacio...Cada mañana de las 366 mañanas del año electoral el hombre reflexivo escribía en su cuaderno de dibujo una idea para socorrer al mundo, se esmeraba en cada palabra, en cada expresión, el idealismo de un hombre casado con la retórica del lenguaje. Por la noche, como si de un ritual se tratase salía a la calle y pegaba sus sueños en la pared, siempre en la misma pared, un sueño tras otro, formando una almohada de hojas de cuaderno de dibujo arrugadas, frias, humedas, desengañadas.....objetivos emparedados, uno tras otro, 366 ideas recubiertas de pegamento, reflexiones empolvadas, miradas de reojo, contempladas con detalle, despreciadas, admiradas...las urnas se cerraban y su pared sangraba....
La última noche el hombre reflexivo se miró en el cristal de un escaparate, era una tienda de antiguedades a unos escasos metros de su pared de sueños, contempló su reflejo y pensó....No, no siempre fui tan feo, pero el mundo tampoco está nada guapo....

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