lunes, 1 de febrero de 2010

Hucha de deseos II

Al ver que le pedían 'sus pesetas' se sintió contrariado.

Una moneda que se había extinguido hacía 9... ¿10 años quizá? Las había perdido de vista, incluso había olvidado quién aparecía en los billetes, como para encontrar una que tuviese el poder de cumplir sus deseos, o revelarle los de los demás. Se fue.

Dando la segunda vuelta de llave en la puerta de casa comprendió cómo podía acercar sus deseos, ¿o 'usa tus pesetas para mejorar este barrio' no significaba realmente: 'usa tus recuerdos para mejorar este lugar'?

Dio la vuelta, echó un euro sin mucha fe en el futuro de la moneda, y le dedicó una sonrisa al oído del mundo.

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