domingo, 15 de junio de 2008

Sensaciones I

Según "alguien" cuando una persona supera en edad su número de pie ya es para siempre como es. Es decir, que todos podemos cambiar de ideología, de estilo de vestir, de gustos gastronómicos o de aficiones artísticas durante los años precedentes a nuestro número de pie, pero después, ya no hay vuelta atrás, seremos los que somos. Yo calzo un 38, así que a partir de los 38 años seré, en esencia, una persona formada que no cambiará mucho en los años restantes...He pensado que la talla de los zapatos no es la misma en todos los países, así que de los 38 a los 40 a lo mejor aún puedo fluctuar si decido pasar esos dos últimos años en EE.UU, todo sea por alargar mi tiempo de libertad. Pero aún queda mucho para eso, así que de momento me limito a pasear por las calles saboreando cada pisada, y es curioso porque últimamente me parece que me aprietan los zapatos.